Una vida dura

Han sido meses duros, hoy me siento más vacio que nunca, hoy no tengo muchas ganas de vivir, hoy no sé por qué seguir. Mi alma está atada entre vicios raros y saltando líneas en el suelo, marco las esquinas como un perro, trato de desahogarme con estas líneas pero no se que más hacer. Mi tiempo es inestable e inexacto y estas tu tal latente como siempre ella, ella más allá de las obscuras tribulaciones de mi alma, tu ahora que tienes nombre propio tu que sabes quién eres tu mi nueva amante inverosímil todo lo que hago es para tratar de comprender porque sigues siendo tú quien me ciega. Más allá del tiempo y de mis amarguras libro una lucha contra mí mismo una lucha de la que solo yo soy testigo, quisiera gritarle al mundo que cuesta carajo, y que duele y que no es fácil, pero después de todo, esta es la vida y como esta es mi vida no podré negarlo tan fácilmente. Quisiera que un día fuera más fácil levantarme y no tener que asistir a terapias de psicoanálisis ni esas vainas, pero no es así la vida continua, y extraño la euforia de vivir, hace mucho que no la siento y eso me hace sentir miserable, en realidad quisiera que existiera pero hoy no existe y me siento tan vacio tan insulso tan crudo los pensamientos se me confunden se me amontonan unos sobre otros y ya no encuentro placer en nada. Quisiera que las mañanas no fueran tan duras, que las tardes no fueran tan tristes y que las noches, estuvieran plagadas de alegría como en aquellos viejos tiempos en fin, he tomado decisiones no sé si erradas o no pero solo quiero encontrar la paz y la tranquilidad de estar vivo.